Tener una buena alimentación es fundamental para realizar
nuestras actividades diarias con la suficiente energía para ellas.
Una sana alimentación nos ayuda a prevenir y proteger
enfermedades crónicas (cardiovasculares, obesidad, diabetes, cáncer)
demostrándonos así que una alimentación inapropiada es uno de los factores
principales que determinan el desarrollo de las enfermedades.
Teniendo una alimentación sana permite que nuestro
organismo funcione como normalmente lo hace, que cubra nuestras necesidades
fisiológicas básicas, influye también en nuestro estado anímico.
RECOMENDACIONES:
v Realizar
seis o cinco comidas al día
v Consumir
frutas y verduras frescas
v Consumir
productos que contengan calcio
v Evitar
consumir bebidas gaseosas o envasados
v Ingerir
alimentos ricos en fibra
BENEFICIOS:
ü Mejora
la circulación sanguínea
ü Reduce
el riesgo de enfermedades crónicas y cardiovasculares
ü Retrasa
el proceso de envejecimiento
ü Estimula
el sistema nervioso y mejora la salud cognitiva
ü Combate
el cansancio
ü Ayuda a
fortalecer el sistema inmunitario
ü Mejora
la salud metabólica, previene el sobrepeso y la obesidad
Una buena alimentación no es la que incluye grupos de
alimentos teniendo el fin de reducir el número de calorías. Lo ideal es
moderar las, garantizando la absorción adecuada de todos los nutrientes
esenciales. La OMS enfatiza la importancia de que los alimentos naturales y
mínimamente procesados sean los componentes básicos de una dieta saludable, al
tiempo que limita el uso de alimentos procesados y evita los alimentos
ultra-procesados.
La alimentación debe ser adecuada, variada, suficiente,
estar bien distribuida y ser higiénica, es necesario obtener cantidad y calidad
de alimentos para poder crecer adecuadamente.
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